LIA
Lía tenía una «familia» hasta que ellos decidieron divorciarse y al no poder decidir qué era lo mejor para ella fueron a botarla al antirrábico y esperar que alguien se apiadara de ella.
Evidentemente después de muchos años de pertenecer a una familia, dormir en una cama y estar llena de cariños al llegar al antirrábico la deprimió demasiado. Sin embargo, creo que se llegó a tiempo para sacar a esta pequeña de vivir encerrada en una jaula.
Lía hoy está en un hogar temporal esperando a que una verdadera familia responsable le dé un hogar lleno de amor y no la abandone nunca.
Es muy tranquila, noble, cariñosa y educada. Sabe pasear muy bien con correa y es sociable con otros perritos.