CHATO

Chato vivía en una obra en construcción de Cuautitlán Izcalli, Estado de México. El vigilante de la obra lo llevó cuando el era apenas un cachorro, pero un día el vigilante se fue y dejó a Chato abandonado en la obra, se quedó triste y amarrado, bajo el sol y la lluvia. Los trabajadores lo alimentaban de vez en cuando, un día decidieron soltarlo y Chato fue agredido por un pitbull que lo dejó en muy mal estado, Chato estaba muy herido y en ese momento su rescatista decidió que Chato ya no podía estar en la calle porque corría mucho peligro de morir.
Su rescatista se lo llevó a casa y con ayuda y amor de muchas personas se recuperó, se vacunó, y esterilizó y hoy en día se encuentra en resguardo en HAPPY HOUSE. Es un perro muy activo, amoroso, talla grande, le encanta jugar con todos los perritos y está esperando a que una familia se anime a hacerlo parte de su familia y que lo ame por el resto de ella.