SANDY
Sandy es una adorable y tiernísima perrita pitbull, que busca una familia. Esta es su historia.
Sandy vivía en una casa, en un pueblo del Oriente de Michoacán. A pesar de tener una «familia», nadie velaba realmente por ella, por lo que pasaba hambre, frío y siempre estaba solita, viendo la vida transcurrir, como tantos perros en este país: abandonados, sin esperanza.
Un día se lastimó un ojito y como nadie la atendió, la herida se infectó e hinchó muchísimo. Eso llamó la atención de la señora Socorro, vecina del lugar, quien reportó el caso a un refugio. Tristemente, en ese momento, sólo pudieron curar a Sandy, no había espacio para recibir más perros. Sandy tuvo que volver a su «hogar». Eso es lo que pasa cuando no hay adopciones suficientes. La señora Socorro, enternecida por la perrita, se comprometió a velar por ella y a darle de comer.
Sin embargo, pasaron los meses y Sandy se mantuvo en la mente del refugio. Cuando se liberaron algunos espacios, por fin pudo llegar. ¡Lo había logrado! ¡Adiós soledad! Los trabajadores del refugio se dieron cuenta de que era una perrita hermosa, dócil, que le encantaba estar rodeada de apapachos, que sólo buscaba las caricias de los humanos y sentirse parte de un grupo, de una manada. Es una perrita linda, buena como el pan, aunque, como todo pitbull, es muy fuerte. Necesita una familia con experiencia en perros y lo mejor es que sea hija única.
Está esterilizada, vacunada y desparasitada.
Sandy merece mucho más de lo que el refugio puede darle. Ella quiere vivir el sueño de todo perrito rescatado: una cama calientita, comida rica todos los días, abrazos sin fin, subirse al sillón a ver una película, pasear en el parque por la noche, voces tiernas para llamarla y amor, mucho amor.
¿Quieres cambiarle la vida?
Fotos: @elweydelosperros.