RAMONA

A Ramona la encontramos a la salida del metro Nativitas, empapada y temblando de miedo. Ese día llovía fuerte y ella se escondía entre nuestras piernas, buscando refugio. Los locatarios de la zona nos contaron que llevaba tres días ahí, entre los arbustos, sin comer, sin moverse, sin dejarse ayudar. Solo quería desaparecer.

Pero la vida le tenía una segunda oportunidad preparada. Hoy, Ramona ha sanado. Recuperó la confianza que la calle le arrebató y aprendió que sí existen manos que abrazan con ternura.

Ahora vive en un hogar temporal donde convive con otros perritos, a quienes quiere como hermanos. Es una perrita muy noble, cariñosa, tranquila y de energía bajita. Roba el corazón a quien la conoce sin hacer el menor esfuerzo. Ya está vacunada, esterilizada y desparasitada, y lo único que le falta es una familia que le dé ese lugar definitivo que tanto merece.

Ramona está lista para amar, confiar y llenar tu casa de calma y dulzura. Adóptala y ayúdanos a escribirle un final feliz a esta historia que empezó con miedo, pero puede terminar con amor.