PEPE





Hace poco, yo vivía en las calles… tenía hambre, frío y a veces me dolía el cuerpo, pero lo que más dolía era no tener a nadie que me llamara “su amigo”. Muchos me pasaban de largo, y algunos hasta me miraban con miedo solo por ser fuerte y grandote… “cruza de pitbull”, decían.
Un día, mientras yo buscaba comida, una chica de corazón grande me vio. No sé si fue mi mirada o mi forma tranquila de acercarme, pero se quedó conmigo. Me habló suave, me dio de comer y, por primera vez en mucho tiempo, sentí que importaba. Desde ese momento, supe que mi vida podía cambiar.
Soy tranquilo, noble y me encanta que me acaricien. Me llevo bien con las personas y, aunque a veces me pongo nervioso con otros perritos, solo necesito paciencia… porque yo también estoy aprendiendo a confiar.
🌟 No busco lujos… solo un lugar donde mi nombre sea llamado con cariño.
Quiero despertar sabiendo que tengo una familia, un plato de comida y una cobija calentita. Yo prometo dar a cambio lo que mejor sé dar: amor leal, miradas dulces y compañía fiel para toda la vida.
Si crees que puedes ser mi familia para siempre, aquí te estaré esperando con la cola moviéndose y el corazón listo para quererte. 🐾❤️