OTTO
Otto es un adorable perrito, talla mediana, en busca de un hogar y esta es su historia.
El 25 de febrero de 2024, un refugio recibió un mensaje de Enrique, uno de sus adoptantes. En el mensaje, Enrique contaba que una amiga suya, María, había encontrado un perro, con collar, pero sin placa, en la Plaza de la Lectura José Saramago, en pleno corazón de la Ciudad de México (ver tercera foto). Parecía abandonado o perdido: estaba en el corralito para perros. Angustiados, le dejaron agua y preguntaron a distintas personas, pero nadie sabía nada. Muchas dudas surgían: ¿Volvería su familia por él ese día? ¿Alguien lo reclamaría? La respuesta, al final, fue no.
Al día siguiente, María fue por el perro, que seguía ahí. Lo llevó al veterinario: estaba perfectamente sano. Ahora era cuestión de encontrar hogar temporal. Así empezó la nueva aventura de Otto, como lo llamaron.
Mientras el refugio se encargaba de buscar a su posible familia en redes sociales, Otto estuvo unos días en casa de María, pero, como a veces suele pasar, no se llevó del todo bien con su perro macho. Entonces se fue unas semanas a una pensión. Ahí fueron descubriendo que era un príncipe con los seres humanos: dócil, cariñoso y obediente. Con otros perros, en cambio, era algo territorial.
Buscando lo mejor para él, el refugio hizo equipo con María y Enrique y se llevaron a Otto el 23 de abril.
Desde entonces ha vivido en una perrera, esperando. Todas las noches sale a pasear con el velador del refugio, momento que disfruta mucho. Es un perro muy observador e inteligente.
¿Cuál es el pasado de Otto? ¿Por qué acabó en pleno centro de la CDMX? ¿Cómo llegó ahí? Son preguntas sin respuesta. ¿Lo abandonaron? ¿Se perdió? No lo sabemos. Lo único que importa ahora es que Otto está bien y listo para una familia.
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