MOLE








Durante cuatro años, Mole vivió amarrada. Así, tal cual: atada, ignorada, sin refugio, sin amor. Una vida marcada por la indiferencia de quienes debieron protegerla. Tuvo cachorros sin apoyo ni seguridad, y los vio crecer expuestos, sufriendo, desprotegidos. Imaginar lo que eso significa para una mamá… es tan cruel como el abandono mismo.
Vivía en Chalco, donde lo poco que tenía era soledad. Pero un descuido de su antigua “familia” abrió una puerta, y la aprovechamos para darle una verdadera oportunidad. Sus tres bebés ya fueron adoptados por familias amorosas. Ahora es su turno.
Mole necesita un hogar donde le enseñen que nunca más será invisible. Tiene aproximadamente 4 años, pesa 14 kg, y es una perrita de energía media-alta, súper tierna, sociable, inteligente y muy cariñosa. Le fascinan los apapachos, le encanta correr, explorar, y, sobre todo, sentirse por fin vista y amada.
Es una cruza de pitbull chaparrita, de esas compactas que están llenas de amor. Su pelaje negrito inspira su nombre, pero su dulzura es única. Ya está esterilizada, vacunada y desparasitada.
Si tienes espacio en tu vida, en tu casa y en tu corazón, Mole es de esas perritas que te transforman desde el primer abrazo. Porque sí, ha sufrido mucho. Pero aun así, sigue confiando, sigue amando, y está lista para encontrar una familia que no la vuelva a soltar. Nunca más.