SIERO

«¡Oh, nobles almas que mis palabras leen! Me presento ante vuestra merced. Mi nombre es Siero, mis andares eran en el reino de Iztapalapa, ahí tuve múltiples combates contra hambre, frío y gandallas de malas costumbres pero siempre sali victorioso, soy un ser tranquilo, gustoso siempre de comer, dormir y tomar breves paseos, no pido más, mi misión actual es buscar la más alta de las aventuras… ¡un hogar!
La Karen de los perros me sustrajo de mi osada Aventura en la calle y me dijo que como Don Quijote en Rocinante encontró un fiel acompañante, yo encontraré con su ayuda un escudero fiel, un compañero que me brinde su diván como yacija y su mano como caricia. No pido reinos ni combates contra gigantes (que bien sé que son solo molinos); solo pido un plato de poshito, agua fresca y un amor que no tenga fin ni desventura.
En mi corazón no habita la duda, sino la devoción. Prometo, por mi linaje perruno, defender vuestro castillo (la casa) de los malvados carteros, de las bolas de polvo rodantes y de la tiranía del aburrimiento.
Yo seré vuestro fiel escudero y la sombra de vuestros pasos.
Si vuestra merced se siente movid@, saber que soy un ser que cambiará la dura realidad por la fantasía de una vida llena de amor y devocion incondicional.
Escribid a la Karen qué ella me llevara a vuestro encuentro.
