LILO


Encontramos a esta perrita en Rancho Santa Elena, temblando de miedo debajo de un coche. Estaba empapada, con el pelo hecho nudos y sin querer salir. No sabíamos qué había pasado, pero todo en ella mostraba que había estado huyendo y necesitaba ayuda.
La rescatamos y, con paciencia, fue dejando atrás ese miedo. Hoy ya está desparasitada, esterilizada y con un corte de pelo que la transformó por completo. De aquella perrita asustada quedó solo el recuerdo, porque ahora se muestra como realmente es: tranquila, obediente y con un corazón enorme lleno de cariño.
Le encantan las caricias, sabe portarse muy bien y agradece cada gesto de atención. Es la compañera ideal para quien busque un perrito noble y tierno.
Ahora solo falta lo más importante: un hogar donde pueda ser parte de una familia de verdad. Una familia que la cuide, la respete y le dé todo el amor que ella está lista para dar.