PERITA
Fue en medio de la autopista que me encontré con mis rescatistas. Llevaba días sobreviviendo con una de mis patas traseras fracturada, probablemente por el impacto luego de que mis antiguos humanos me arrojaron a la vialidad para deshacerse de mí.
Sin comer intentaba pedir auxilio a todos los autos que veía, incluso al auto de mis rescatistas me subí como súplica de que me ayudarán a salir de esta situación.
En mi hogar temporal me pusieron en observación, me bañaron, llenaron mi pancita y me dieron juguetes.
Ahora me encuentro recuperada y lista para una segunda oportunidad.
La verdad es que aún no logro entender qué es lo que hice mal como para merecer esos días difíciles, pero no pierdo la esperanza en el amor de los humanos, sé que pronto estaré amando y cuidando a mi nueva familia.
La situación de mi fractura va bien, soy completamente funcional e incluso activa y un poco traviesa, pero no se asusten que soy muy dócil e inteligente.